El Maestro hoy llama a vivir en el espíritu y la realidad de los consejos evangélicos...
Ser cristiano, consagrarse a Dios en la vida religiosa, es comprometerse a ser feliz. El Evangelio contiene muchos consejos del Señor. Tres de ellos han tenido un relieve especial y han sido denominados "consejos evangélicos". Ellos son síntesis de la vida y de la doctrina de Jesucristo. Un CONSEJO es una invitación del Señor a elegir algo en forma libre como expresión de amor. Los consejos evangélicos llevan a la belleza, a lo esencial de nuestro seguimiento, a la verdad. Ayudan a amar mucho y a muchos, lanzan a la solidaridad universal. Son, en definitiva, un SIGNO preclaro del Reino.
Por eso, los consejos evangélicos tienen sentido dentro de una comunidad. No se es pobre en solitario, ni casto, ni obediente. Su fuerza testimonial, su fuerza profética lo consiguen cuando se vive en comunidad. Es la comunidad que vive al Jesús pobre, casto, obediente quien le hace presente hoy en la historia. Es la comunidad que libremente asume los consejos evangélicos, que se convierte en llamada, en invitación, en "consejo" para otros. La comunidad se centra, se unifica, se cohesiona, se armoniza cuando, vive los consejos evangélicos. Porque entonces, en ellos, encuentra la norma, el estilo de su vida. Sin ellos se vuelve imposible. La comunidad nace de su vivencia. La comunidad crece en su experiencia. La comunidad se solidifica en su fidelidad a los consejos evangélicos. Ellos son signo de pertenencia a Jesús.
El Maestro hoy llama a vivir en el espíritu y la realidad de los consejos evangélicos. Llama a hombres y mujeres para que en ellos encuentren el camino para sus vidas; para que en ellos encuentren la Verdad para sus vidas y la Vida para sus vidas. Los consejos evangélicos son un camino de realización humana, de liberación humana, de felicidad humana, de plenitud humana. Cuanto más se los vive más humano se vuelve el hombre. Cuanto más se entra en el ritmo de ellos, más se siente realizado el hombre. Porque ellos dan respuesta a todo cuanto desea el corazón del hombre: Dios. Ellos son camino hacia el absoluto de Dios. Ellos son camino hacia el encuentro y servicio de los hombres. Ellos son camino hacia el interior del corazón del hombre. Ellos son el mensaje liberador de Jesús y la síntesis del Evangelio. Ellos son gozo, alegría y paz.
¿No será la castidad por el Reino un anuncio nuevo de decir al hombre de hoy que hay más felicidad en dar que en recibir, en dar que en poseer? ¿No será la pobreza un camino para decir al hombre de hoy que existen otros valores más profundos, unos valores de disponibilidad, servicio, que le traen al hombre una gran paz? ¿No será la obediencia un camino para decir al hombre de hoy que es mejor darse las manos, que es mejor hacer las cosas todos unidos, que es mejor unirnos todos en el plan de amor del Padre común que enfrentamos en mil proyectos llenos de egoísmos y orgullos?
Así pues, los consejos evangélicos, vividos en comunidad, son como un oasis de la Iglesia. Viviéndolos se hace presente la Iglesia, convirtiéndose en sacramento de salvación.
Y TÚ, ¿QUÉ PIENSAS?
Recuerda testimonios positivos y negativos de religiosos o sacerdotes con los que te hayas encontrado. Ahora que ya sabes lo que son los consejos evangélicos y las implicaciones de vivirlos, identifica las aptitudes que tienes para asumirlos como proyecto de vida.